Los neuromoduladores son sustancias que tienen la capacidad de alterar la actividad neuronal, modulando la transmisión de señales entre las células nerviosas. Se utilizan tanto en el ámbito médico como estético, y su función principal es modificar la respuesta de las neuronas a ciertos estímulos. Dentro de los neuromoduladores más conocidos en medicina estética se encuentran las toxinas botulínicas. Estos compuestos se utilizan para tratar arrugas y otros signos del envejecimiento, y también tienen aplicaciones terapéuticas en diversas afecciones médicas.En medicina estética las toxinas botulínicas se utilizan:
Eliminar arrugas: las arrugas que aparecen debido a la contracción repetitiva de los músculos faciales, como las líneas de expresión en el entrecejo, la frente y las patas de gallo (alrededor de los ojos), son una de las principales razones por las que los pacientes buscan tratamiento con Botox. La inyección de la toxina botulínica reduce temporalmente la actividad de estos músculos, suavizando las arrugas.
Tratamientos preventivos:Algunas personas comienzan a utilizarlo de manera preventiva a una edad temprana (alrededor de los 30 años), con el fin de evitar la formación de arrugas más profundas en el futuro. Esto se conoce como el "tratamiento preventivo" y es una opción popular entre quienes buscan mantener una piel más joven a largo plazo.
Rejuvenecimiento facial:Más allá de tratar arrugas específicas, puede contribuir a un rejuvenecimiento general del rostro al mejorar la simetría facial, elevar las cejas caídas y suavizar el contorno de la mandíbula, brindando una apariencia más fresca y juvenil.
¿Cómo funciona?
Posibles Efectos Secundarios y Precauciones
Algunos de los efectos secundarios más comunes incluyen:
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