El tratamiento comienza con una consulta en la que un especialista de la Clínica Vyctoria evalúa la zona del contorno ocular para identificar las necesidades particulares del paciente. Se determina el estado de la piel, los signos de envejecimiento y las áreas que requieren más atención (bolsas, ojeras, líneas finas, etc.). Los pacientes notan una mejora visible desde la primera sesión. El área ocular se ve más fresca, iluminada, firme y rejuvenecida. Las bolsas y ojeras se reducen, y las líneas finas se suavizan, proporcionando una mirada más descansada y juvenil. Con sesiones regulares, la piel alrededor de los ojos sigue mejorando. Los efectos de reafirmación y reducción de arrugas se intensifican, y la piel se mantiene hidratada y protegida. Este tratamiento es completamente no invasivo y sin dolor, por lo que los pacientes pueden retomar sus actividades diarias inmediatamente después de la sesión. Además, no requiere cirugía ni agujas, lo que lo hace una opción atractiva para quienes buscan una mejora estética sin los riesgos asociados a procedimientos más invasivos.