Antes de comenzar el tratamiento , el especialista realiza una evaluación detallada de tu piel. Esto incluye la identificación de tu tipo de piel (seca, grasa, mixta, sensible, etc.), la condición de tu piel (poros dilatados, manchas, acné, etc.) y cualquier preocupación que puedas tener, como sequedad o irritación. Esta evaluación permite elegir los productos y técnicas más adecuados para tu caso específico.A continuación, se aplica un limpiador facial adecuado a tu tipo de piel. La limpieza profunda también ayuda a prevenir la obstrucción de los poros, lo que puede dar lugar a brotes de acné o puntos negros. La exfoliación es una parte fundamental de la limpieza facial, ya que elimina las células muertas de la piel que pueden obstruir los poros y darle un aspecto apagado. Para abrir los poros y facilitar la eliminación de impurezas, usamos vapor sobre el rostro. El vapor ayuda a aflojar los residuos dentro de los poros, haciendo que la extracción de puntos negros y otras impurezas sea más eficaz y menos traumática para la piel. La extracción manual de puntos negros, comedones (granos pequeños) o cualquier impureza atrapada en los poros se realiza con técnicas especializadas para evitar dañar la piel.La limpieza facial profesional es un tratamiento esencial para mantener la piel saludable, libre de impurezas y con un aspecto radiante. Es una forma efectiva de eliminar impurezas, prevenir problemas de la piel como el acné y mejorar la textura de la piel. Además, proporciona una sensación de bienestar y relajación, siendo una excelente manera de mimar tu piel y mantenerla en su mejor estado.